jueves, 2 de octubre de 2014

PARIR EN LA ACTUALIDAD

Desde hace unos años me dedico a la preparación física al parto. Enseño a las futuras mamás a hacerse el masaje perineal, ejercicios para que el momento de la dilatación sea más rápido y llevadero, cuidados del periné durante el embarazo y el postparto y recomendaciones a la hora de llegar al hospital, sobre todo les recomiendo que hagan su plan de parto. Algunos hospitales no saben lo que es el plan de parto y ven que todo esto es una modernidad como el masaje perineal(demostrado con evidencia científica que disminuye el riesgo de episiotomía y desgarro), que hagan ejercicio durante el embarazo (disminuye dolores musculares, mejora la circulación...) que se muevan durante la dilatación (disminuye el dolor de las contracciones y acorta el tiempo de dilatación). Señores en esta vida hay que reciclarse y abrir un poco la mente, las cosas cambian y las mamas tienen edades cada vez más avanzadas y necesitan más este tipo de preparación además de la preparación al parto de las matronas que es indispensable.

 Todo esto de las recomendaciones está muy bien, excepto porque me estoy encontrando que por muchas recomendaciones que de, éstas no las pueden llevar a cabo porque aunque la OMS determina como no necesarias para el parto, además de que no aportan ningún beneficio ni para la mamá ni para el bebé y que son bastante incómodas, en muchos hospitales españoles se siguen haciendo este tipo de prácticas. Entre ella puedo destacar la episiotomía, maniobra de Kristeller, la monitorización que limita el movimiento de la mama o que sólo las permitan parir en posición de litotomía, ¿alguna vez alguien a probado a hacer pipi en esa posición? es bastante difícil ¿no? pues imagínense el parir.

Tampoco entiendo que se prohíba beber agua, ¿qué pasa en un parto de más de 24 horas? y ¿comer?no digo que se vayan a comer un chuletón en plena dilatación ni supongo que tendrán ganas, pero si tienen la necesitad de comer o beber un poquito es porque el cuerpo lo necesita. El parto en una primeriza puede ser muy largo y necesita toda la energía que pueda.

También me encuentro muchos partos inducidos, yo no soy médico está claro, pero también se que en la mayoría de los partos que se recomiendan ser inducidos al pedir una segunda opinión ésta varia mucho en función del centro donde esté. No entiendo nada, además eso genera una falta de confianza brutal entre las embarazadas.

Tengo que decir de manera positiva que en los último años todo va cambiando y como le digo a mis alumnas están en un periodo de transición y siempre los cambios son difíciles pero lo conseguiremos.

Hoy quería escribir mi humilde opinión como mujer y como profesional de la salud. Dan mucha importancia a la lactancia que esta muy bien, pero es algo que cada una debe de elegir a modo personal, igual tendrían que dar menos consejos sobre lactancia y crianza y preocuparse más por hacer los partos más naturales y no tan intervencionistas. Preocuparse en ver a la mamá como una persona y no como una paciente, el parto no es algo patológico, es algo fisiológico y como tal deberíamos de dejar que la naturaleza siga su rumbo. Está claro que tenemos medios para hacerlo más fácil, pero eso es, más fácil para la mamá y el bebe y no para el centro hospitalario, matronas y obstetras.

Me llevo muchos decepciones porque creo que lo que me han enseñado y lo que yo transmito a mis pacientes a veces sirve de poco. Vienen a verme con sus bebes ya en brazos y cuando me cuentan su experiencia no tiene nada que ver con lo que me han enseñado. Creo que debería de haber más trabajo interdisciplinar, creo que se debería de escuchar más a las mamás, creo que hay tanto que cambiar.

Pero no quiero concluir así, también tengo que decir, que muchas mamas vienen muy contentas por el trato que reciben, porque se las respeta, porque saben que después del parto pueden seguir recibiendo ayuda por parte de su matrona, pediatra y fisioterapeuta.
Cada vez hay más fitboll en las salas de dilatación y además un montón de tipos de analgesia, no sólo la epidural, sino también la walking epidural y el famoso gas de la risa.
En algunos hospitales ya hacen el piel con piel con el papa si han tenido que hacer una cesára y cada vez más hay más conciencia del suelo pélvico.

Poco a poco todo va cambiando, sólo quería poner mi pequeño granito de arena para que les llegue mis palabras a todos esos hospitales que aún tienen muchas cosas que cambiar.

Como he dicho antes no soy médico, ni matrona y sé que hacen un trabajo estupendo, pero hay que intentar que en los centros como tal se hagan menos protocolos y vuelva la humanidad, son hospitales, no fábricas.

Por mi parte seguiré trabajando para mejorar
Laura Calzado
Fisioterapeuta experta en obstetricia y uroginecología